En un hotel:
Es una noche pesada, con calor y nubes bajas que reflejan la luz de la ciudad, una ligera brisa del norte que llega sin poder cambiar nada.
Hace calor en la habitación, tanto que el hombre acostado en la cama apenas se tapa con la sabana, desnudo. Solo las luces de la ciudad iluminan la pieza. Yace tirado sobre la cama, sin dormir, mirando por la ventana tratando de encontrar ese lugar dentro de si que le traiga el sueño.
Ella se aparece en la puerta como un fantasma, sin un suspiro o murmullo, su cuerpo aun mojado de la ducha, una toalla envolviéndola.
El se gira en la cama para mirarla, los recuerdos de la llegada al hotel lo invaden; los nervios, las primeras caricias, el primer beso y la explosión de pasión siguiente. El recuerdo de su cuerpo contra el de ella en la ducha. A medida que los recuerdos lo excitan, entre las sabanas su pene se eleva un poco.
Ella se acerca a lentamente a la cama, sintiendo aumentar su deseo, su cuerpo reaccionar ante el de el. Notando su excitación, ella deja caer la toalla y aun húmeda se sube a la cama. Mirándole a los ojos besa sus labios tibios, el con sus manos toma sus caderas y la monta en su bajo vientre; sus pelvis se acomodan para un ensamble perfecto y un gemido extenuante sale de ella: “Ahmmmm, tu pene todo dentro mío, ohhh diosss q placerrrrrrr!!”
Las manos de el toman sus pechos y de pronto el inclina su cuerpo hacia delante y su boca mama de los pezones de ella el néctar de la pasión, a ambos se les hace difícil respirar teniéndose así, cumpliendo sus sueños, fantasías y ahogados de placer. Entre gemidos ella llega a decir a su oído: ”Soy tuya”
Con esas palabras en sus oídos el hombre siente su pene endurecerse aun mas dentro de ella. Sosteniendo su cintura con sus manos el embiste suavemente contra su cuerpo, llevando su pene hasta el fondo con cada movimiento de su pelvis.
El sentir sus pechos contra el rostro es éxtasis, puede sentir en el rostro el calor que emanan y los latidos de su cuerpo a través de la boca aferrada a sus pezones. Juega con el pezón de ella en la boca, apretándolo con los labios mientras lo chupa suavemente. La lengua lo roza, de arriba a abajo y en círculos. Solo deja un pezón para pasar al otro, tratando de estimular ambos lo mas posible. Sus manos acarician su cola empujando sus nalgas contra el, ajustando sus cuerpos al ritmo del movimiento, a través de los labios deja escapar gemidos.
El lentamente se desliza debajo de ella, besando entre sus pechos, bajando por su cuerpo, besando y lamiendo. Su pene sale ardiente de su vagina, a medida que el baja aun mas.
Ella se mueve sobre el, envolviéndolo entre sus piernas y le ofrece su conchita mojada y ardiente a unos labios que la toman con pasión. Ella gime cuando sus labios envuelven su vagina, su cuerpo tensándose cuando su lengua toca el clítoris.
Su lengua caliente recorre su vagina, fascinándola. Su boca envuelve el clítoris y la eleva al extasis.
Su labios dejan escapar un: ”Mmmmmm Diossssssss”
Ella siente que es su turno, con sus manos lo empuja contra la cama, lo besa en los labios, saboreando y lamiendo su propia humedad de su rostro. Besándolo va bajando, hasta llegar a la rigidez que ella desea sentir en su boca. Cuando lo pone en su boca siente como este late con cada succión. La humedad de su boca alrededor del pene lo hace vibrar de placer, siente sus labios rozando la piel y el calor de su respiración bañándole la entrepierna.
"Que ardiente se siente tu boca" llega a decir entre gemidos.
El mueve sus caderas buscando meter su duro miembro aun mas en su boca, pero su mano lo retiene, empujándolo contra la cama.
“Ahhh” se le escapa un grito de placer cuando ella toca con la lengua la punta del pene, dejando que su saliva se deslice sobre el. Luego la boca vuelve a cubrirlo y a moverse de manera ritmica.
Con una mano el le aparta el pelo de la cara y ambos se miran a los ojos, llenos de placer, deseo, fijos el uno en el otro mientras ella succiona con fuerza.
El se sienta en la cama, lentamente, mientras ella sigue dándole placer. Estirando sus brazos, el empieza por acariciar su espalda y cuello, sintiendo la piel deslizarse bajo sus dedos, mientras la boca de ella le hace sentir maravillas.
Las manos de el encuentran sus pechos y los aprietan suavemente, ella se estremece de placer y su boca se cierra con fuerza sobre el pene, ambos gimen al unísono.
El le acaricia la espalda, moviendo su mano hasta llegar a las nalgas. Ella en respuesta se pega mas a el. El calor de sus cuerpos los envuelve, el acaricia su cola, apretando las nalgas y moviendo sus dedos por toda su cola.
...continuara....
Todos los participantes ha superado la edad de 18 años.