Como te conté sucedió de golpe, sin preparación. Mi amante-uno de ellos- me llamó el lunes para vernos. Me dijo con voz de excitado que hacía tiempo no retozabamos. Me preguntí si tenía ganas.Le dije que sí- porque siempre quiero coger con él. Hace muchos años nos conocemos y desde la primera vez que cogimos fue excelente. A él lo conocí también en el antiguo d´adultos. Siendo montevideano y muy abierto me invitó a tener sexo en su casa. Y por supuesto, luego de volver de un viaje a Punta del Este así lo hicimos. Han sido años muy variables, en cuestión de citas. A veces nos vemos múltiples veces en el año, a veces una sola. Él tiene pareja, y la dinámica de esta, no nos permite coger tanto como desearíamos. Él es ademas el protagonista de varios de mis relatos, y su casa, un motivador muy poderoso.
Quedamos para le martes sobre la tardecita. Yo tendría un día muy largo de trabajo, pero sabía que estaría muy caliente. Me había puesto así desde su llamada, la que atentí en la calle, mientras salía de unas visitas hospitalarias. Esa noche le conté a mi pareja que iría a lo de José. Él se quedó muy caliente ya que le encanta que yo vaya a verlo.
El martes entre todo el trabajo ,pude conectarme un poco y entré a sitio donde nos conocímos. Él estaba allí, increíblemente a esas horas, muy caliente.Había otro uruguayo( su nick era tal). El segundo me avisa que es T,un conocido de ese chat desde hace ya años, con el cual nunca nos hemos visto personalmente ni tenido sexo. En una época estuvimos a punto,pero luego a mi se me complicó por otros temas.
Comenzamos a charlar mientras yo, colocaba fotos eróticas, de la que -tu -ya estás acostumbrado a ver. T, me provocó diciéndome cuando iba a salir con él, y José lo hacía mencionando que esa tarde nos veríamos . Mencionaba lo bella y sexy que yo era, lo bien que lo íbamos a pasar. En todo ese contexto se desarrollaba, los arreglos del encuentro. José me pregunta si quiero hacer un trío con este uruguayo.Yo le contesto afirmativamente contándole quien es él. Quedamos en que ese martes. se sumaría T, a nuestro encuentro pactado.
El día transcurrió muy lentamente. Mi calentura era atroz y más luego de que aquellos planes iniciales de verme con José se vieran modificados con la suma de otro. Siempre he afirmado que tres es un número exquisito para el placer sexual. Pocas cosas - de las que yo he vivido- son comparables al placer de sentir dos hombres acariciando y provocándote placer.
Luego del largo día laboral emprendí el recorrido hacia la casa de José. Un viaje de cerca de hora y media. Ya estaba cerca del mar, caminando por las callejuelas de esa parte de la ciudad de Montevideo.Mi celular sonó. Era T que me preguntaba por donde iba. Le dije que a escasas 5 cuadras de la casa de José. Me dijo que él estaba a unas pocas. Al llegar- no se si la casualidad, o -el cálculo de T- nos hizo arribar a la puerta juntos. Yo ya había presionado el timbre y José ya bajaba a abrirnos la puerta. Al vernos juntos se asombró,mencionando algo jocoso al respecto de tal situación.
Saludé a José de manera muy amistosa.No pude darle el beso suave en sus labios habitual ya que había una persona en el pallier. Subimos al ascensor y charlamos brevemente. Entramos. Me acomodé con total soltura. La casa de él, su aroma, sus libros y sus sillones son bien conocidos por mí. Bebimos un jugo de frutas y conversamos. Ya era de noche en la ciudad de Montevideo. La noche estaba preciosa y cálida.
Una lámpara de pie de la sala hacía juegos de luz. Nos reímos al respecto. Le mencioné a José que seguro la había arreglado, porque necesitaba una excusa para iniciar el juego. En un momento que está quedo apagada dijo:
_ Bueno, ¿ Vamos para el cuarto?.
Nos pusimos de pie y fui a donde ya conocía con los ojos cerrados. Abracé y besé a José. T exclamó desde atrás nuestro:
_ Uds hagan, yo se incorporarme al juego.
Todos los participantes ha superado la edad de 18 años.