De pronto, ella me hizo sentar y me dijo, siempre con onda, ahora vas a aprender a chupar una pija y comenzó ella sola a tirarle bien el cuerito hasta atrás, para después volvérselo bien adelante, esto, con una lentitud impresionante, que hacia que mi marido se pusiera como loco. Fue él mismo quien pidió que parase, que quería estar con las dos. Entonces, me acerque y lo empecé a acariciar yo y nuevamente nos disputamos su gran trozo. La chica pregunto si nos gustaba el beso negro, y ambos dijimos que nunca lo habíamos probado, es mas, no sabíamos que era. La puta, lo puso en cuatro a mi marido y le empezó a chupar el culo y a tocar con su mano la pija. Nunca se lo había hecho yo a él, y al parecer le gustaba y mucho. Me pidió entonces que me acostara por debajo de el y mientras le chupaban el culo, el me cojia. Era una sensación bárbara, tenia 4 manos tocándome, una lengua besándome y un gran pito, como nunca antes adentro mío. El acabó rápidamente en esta posición. La chica, pregunto si la estábamos pasando bien y los dos, riendo le dijimos que mejor imposible. Entonces, abrió el armario y saco un gran consolador y dijo: ustedes dos ya la pasaron bien, ahora me toca a mi. Me agarro de la mano, me puso lo que después supimos que era un arnés y me pidió que la coja, que le muestre a mi marido como cojeria yo a una mujer. La verdad que eso no estaba en mis planes entonces le pregunte si él deseaba verme haciendo eso a lo que asintió con facilidad. La verdad, que nunca me imagine haciéndolo, pero él me decía que le gustaba verme cogiendo con otra. En ese momento ella me dijo al oído, pregúntale si le gustaría verte cojiendo con otro, cosa que hice y que él respondió que si. Me éxito mucho su respuesta, tanto que le pedí por favor que me la pusiera por atrás haciendo los tres un trencito. Como su recuperación, después del alcohol es un poco lenta, la chica dijo que seria ella quien me la pondría y así fue. Estaba yo en cuatro, dejándome coger por una puta y mi marido tocándose intentando que se le levante el pito. Cuando al fin se le levanto, inmediatamente se puso delante de mi asi yo además de tener una pija por detrás, tendría una por delante. Esa situación me calentó muchísimo, tanto que acabe varias veces, quedando exhausta, rendida de cansancio por la noche que estábamos pasando. El problema fue que mi marido, tenia todavía su pija al palo, y yo ya no tenia mas ganas de hacer nada, por lo que la chica se ofreció para descargarlo, y como ya habíamos quedado de antes de entrar que él no la cojeria, ella ofreció una solución rápida para que mi marido no se quede con las ganas, porque aparte, las dos horas se estaban terminando. Nuevamente lo hizo arrodillar sobre la cama, se coloco por detrás y con sus dos manos, como abrazándolo, lo empezó a masturbar, luego, sin dejar de masturbarlo lo empuja con sus tetas, y haciéndolo poner en cuatro le empezó a chupar el culo nuevamente y después, con una cancha bárbara y sin dejar de pajearlo ahora con una sola mano, le metió un dedito lubricado en su propio jugo, mi marido gemió de gozo, después le metió dos y luego sin que el se diera cuenta, coloco la pija en el arnés que tenia puesto y lo penetro. Él grito de placer y su pija estaba nuevamente durísima, ella con su mano lo pajeaba y él gemía como nunca. Cuando me di cuenta lo que estaba pasando, ya no había marcha atrás, me puse en 4 delante de él y así, en un trencito con él en el medio, acabamos los dos juntos otra vez. El tiempo había pasado, nuestra cara de cansados se notaban hasta en la oscuridad, la chica nos invito un café y nos dijo que se había divertido mucho, que la había pasado muy bien. Nosotros también comentamos que ella nos pareció super profesional y que nunca habíamos pensado que la íbamos a pasar tan bien y divertir tanto. Al salir, nos dio un beso en la mejilla a ambos y nos dijo que no quería vernos tan seguido, que sigamos con nuestra vida como si nada hubiera pasado, aunque para nosotros, esa noche había pasado tanto, pero tanto que ella ni se imaginaba. Él había concretado su experiencia de estar con dos chicas y yo, aunque mal no fuera de verdad, de estar con dos pijas dentro mío.
Todos los participantes ha superado la edad de 18 años.